Un radioisótopo, también conocido como isótopo radiactivo, es un isótopo de un elemento que es inestable y se desintegra radiactivamente. Un isótopo es una variante de un elemento que tiene el mismo número de protones pero difiere en el número de neutrones en su núcleo.
Los radioisótopos contienen núcleos inestables y emiten radiación en forma de partículas subatómicas y/o energía electromagnética para alcanzar un estado más estable. Durante este proceso de desintegración, los radioisótopos pueden transformarse en otros elementos o isótopos mediante la emisión de partículas alfa, partículas beta, neutrones o fotones gamma.
Estos radioisótopos se utilizan en una amplia gama de aplicaciones, incluyendo la medicina, la industria y la investigación. En medicina, se emplean para diagnóstico (mediante técnicas de imagen nuclear) y tratamiento de enfermedades como el cáncer (terapia de radiación). En la industria, se utilizan en pruebas no destructivas, esterilización de alimentos y medición de espesores. En investigación, se emplean para rastrear y estudiar reacciones químicas, así como para determinar la edad de materiales mediante la datación radiométrica.
Es importante manejar y utilizar los radioisótopos con precaución debido a su potencial radiactivo y los riesgos asociados con la exposición a la radiación. Se requiere un manejo adecuado, almacenamiento seguro y eliminación controlada de los materiales radiactivos para garantizar la protección de la salud humana y el medio ambiente.