El principio de conservación de la energía mecánica establece que en un sistema aislado, la energía mecánica total se mantiene constante, es decir, la suma de la energía cinética y potencial se conserva.
Algunos ejemplos de la aplicación del principio de conservación de la energía mecánica son:
- Un péndulo en movimiento: cuando un péndulo se mueve de un extremo a otro, la energía cinética en el punto más bajo se convierte en energía potencial en el punto más alto y viceversa. La energía mecánica total se mantiene constante durante todo el movimiento.
- Un objeto lanzado hacia arriba: cuando un objeto se lanza hacia arriba, la energía cinética del objeto se convierte en energía potencial gravitatoria a medida que el objeto se eleva. A medida que el objeto cae, la energía potencial se convierte de nuevo en energía cinética. La energía mecánica total del objeto se mantiene constante durante todo el movimiento.
- Un objeto en caída libre: cuando un objeto cae libremente, la energía potencial gravitatoria del objeto se convierte en energía cinética a medida que el objeto se acelera hacia abajo. La energía mecánica total del objeto se mantiene constante durante todo el movimiento.
- Un objeto en una montaña rusa: cuando un carro de montaña rusa se mueve por una pista, la energía cinética del carro se convierte en energía potencial gravitatoria a medida que el carro se eleva en la pista. A medida que el carro desciende, la energía potencial se convierte en energía cinética. La energía mecánica total del carro se mantiene constante durante todo el recorrido.
- Una pelota rebotando: cuando una pelota rebota en el suelo, la energía cinética de la pelota se convierte en energía potencial elástica a medida que la pelota se comprime. A medida que la pelota se descomprime, la energía potencial elástica se convierte en energía cinética. La energía mecánica total de la pelota se mantiene constante durante todo el rebote.