La ley de Ohm establece la relación entre la corriente eléctrica que circula por un conductor y la diferencia de potencial (tensión) que se aplica en sus extremos. Esta ley es muy importante en la vida cotidiana, ya que es la base del funcionamiento de numerosos dispositivos electrónicos que utilizamos a diario. A continuación, se presentan algunos ejemplos:
- Iluminación: En las lámparas, focos y bombillas, la ley de Ohm se aplica para regular la corriente eléctrica que fluye a través del filamento. Si la corriente es demasiado alta, el filamento se sobrecalienta y se quema, mientras que si es demasiado baja, la lámpara no emite suficiente luz.
- Electrónica: En los circuitos electrónicos, la ley de Ohm se utiliza para diseñar y construir componentes como resistencias, diodos y transistores, que regulan la corriente eléctrica y protegen los dispositivos de sobrecargas.
- Electrodomésticos: Los electrodomésticos como tostadoras, planchas y secadores de cabello utilizan la ley de Ohm para regular la corriente eléctrica que fluye a través de sus resistencias, lo que permite controlar la temperatura y evitar el sobrecalentamiento.
- Baterías: Las baterías de automóviles y las pilas alcalinas utilizan la ley de Ohm para regular la corriente eléctrica que fluye a través de sus celdas electroquímicas. Esto permite mantener una carga constante y evitar el sobrecalentamiento.
- Circuitos de automóviles: La ley de Ohm es fundamental en los circuitos eléctricos de los automóviles, ya que permite controlar la corriente que fluye a través de los diferentes componentes del sistema eléctrico, incluyendo las luces, el motor de arranque y la batería.