Las nastias son respuestas o movimientos específicos que presentan las plantas en respuesta a estímulos externos, como la luz, la temperatura o el contacto. Aquí tienes 5 ejemplos de nastias en plantas:
- Tropismo fototrópico: Las plantas presentan un tropismo fototrópico cuando orientan su crecimiento en respuesta a la dirección de la luz. Por ejemplo, los tallos de muchas plantas crecen hacia la luz del sol, lo que les permite maximizar la captación de energía luminosa para la fotosíntesis.
- Nastia por contacto: Algunas plantas tienen la capacidad de cerrar o plegar sus hojas en respuesta al contacto. Un ejemplo es la mimosa pudica, también conocida como «planta sensitiva». Cuando se toca o se estimula, las hojas de esta planta se pliegan rápidamente como mecanismo de defensa.
- Tropismo gravitrópico: Las plantas presentan un tropismo gravitrópico cuando orientan su crecimiento en respuesta a la gravedad. Por ejemplo, las raíces de las plantas crecen hacia abajo, en dirección opuesta a la fuerza gravitatoria, mientras que los tallos crecen hacia arriba.
- Termonastia: La termonastia es una respuesta de apertura o cierre de flores en respuesta a cambios de temperatura. Algunas flores, como las de la flor de nochebuena (Euphorbia pulcherrima), pueden abrirse o cerrarse en función de la temperatura ambiental.
- Nastia por luz: Algunas plantas presentan respuestas específicas a la luz, como la apertura y cierre de flores en función de la iluminación. Por ejemplo, las flores del girasol siguen el movimiento del sol a lo largo del día, girando su posición para maximizar la captación de luz solar.
Estos ejemplos representan algunas de las diferentes nastias que las plantas pueden exhibir en respuesta a estímulos externos. Estos movimientos permiten a las plantas adaptarse a su entorno y maximizar su eficiencia en la captación de recursos.